Tarta de San Prudencio
San Prudencio significa alegría, baile, comida, música y tradición. Este año queremos que nuestras fiestas patronales sean especiales. Por eso, te traemos la receta del postre ideal: la tarta de San Prudencio.
Ingredientes para 8 personas
- 3 huevos
- 150g de azúcar
- 90 g de harina de repostería
- 600 ml de nata para montar
- 100 g de chocolate para postres
- 150 ml de cava o licor de tu preferencia
- Cacao en polvo
- Sal
Elaboración
Para comenzar con la tarta de San Prudencio, se debe preparar el bizcocho sobre el que se construirá el resto de la tarta.
Se precalienta el horno a 180º. Mientras, se mezclan 90 gramos de azúcar, los 3 huevos y una pizca de sal preferiblemente con unas varillas eléctricas hasta que la mezcla espume. Cuando esto ocurra, se añade haciendo movimientos envolventes con una espátula la harina tamizada para que la masa no pierda cuerpo.
A continuación, se forra el fondo de un molde de horno con papel para hornear, se vierte en él la masa y se hornea durante 10-12 minutos a 180º. Cuando se saque, se debe comprobar si está bien hecha introduciendo un palillo. Si sale limpio, el bizcocho está listo. En caso de no estarlo, se continúa haciéndolo en tandas de dos minutos hasta que salga limpio. Cuando el bizcocho esté , se deja enfriar y, uan vez frío, se corta por la mitad para conseguir dos placas redondas.
Después, se monta la nata y la nata trufada para el relleno. Para la primera, se añaden 550 ml de nata, recomendablemente fría, y se monta con unas varillas eléctricas. Cuando esté casi montada, se añaden los 60 gramos de azúcar restantes y se bate hasta que esté totalmente montada.
Para preparar la nata trufada, se necesitan los 50 ml de nata restantes y el chocolate. Se pone a hervir la nata, se incorporan los 100 gramos de chocolate troceado y se remueve hasta que se derrita completamente. Luego se deja enfriar, se separa la mitad de la nata montada reservada anteriormente y se añade la mezcla que acabamos de hacer con movimientos envolventes. Después, se reserva de nuevo.
Para el montaje, se debe forrar de nuevo un molde redondeado con papel de horno. En la base, se coloca una de las placas de bizcocho y se rocía con un poco de cava o del licor que se prefiera. A continuación, se esparce la nata montada y se repite el proceso, esta vez con la nata trufada.
Una vez la tarta esté preparada, se deja enfriar durante unas horas en la nevera o se mete un par de horas en el congelador. Tras sacarla, se tamiza el cacao en polvo por encima y, ¡listo! A disfrutarla.
Feliz San Prudencio, on egin!